Rueda de la medicina
He conocido a muchas mujeres y hombres, que viven su vida fuera de su elemento primordial. He visto, por ejemplo, a mujeres Fuego viviendo vidas de Agua, comportándose con suavidad y humildad, dando toda su energía, trabajando como sanadoras, masajistas … en vez de expresar su fuego como líderes apasionadas, empoderadas y seguras de sì mismas, el Agua extingue su Fuego. He conocido a mujeres Tierra viviendo vidas de Aire, devorando libros, videos, alimentando su mente de información, en vez de descalzar sus pies en la tierra húmeda y encontrar su ritmo interno con un tambor. El Aire extrae sus raíces del suelo… Estas mujeres jamás podrán sentirse plenas porque viven vidas «a medias», escondidas detrás del elemento que es «aceptado», en vez de crecer en su elemento verdadero y vivir vidas llenas y auténticas. Tampoco tienen el éxito en sus profesiones porque, internamente, su energía, misión y foco de atención están en conflicto. El Espíritu en nosotras es aire, fuego, agua, tierra o èter (el èter contiene todos los elementos). Todas nacemos con un elemento primordial, y cada elemento encierra las claves de nuestros talentos naturales y de nuestro propósito en la Tierra.
Te invito al Taller de Autoconocimiento donde recorreremos la Rueda de la Medicina y juntos compartiremos y reconoceremos el Elemento Primordial de nuestra Energía.
Tenemos en primer lugar a la Tierra, que es lo que confiere solidez, lo que da estabilidad, endurece y aísla, tanto en la dimensión de lo físico, lo psíquico y también en lo espiritual. A semejanza de la Tierra, las madres (humanas y animales) poseen la capacidad de convertir su propio cuerpo en alimento para sus hijos. En la tierra yacen los huesos y la carne de nuestros antepasados, y como estamos hechos de Tierra, nuestros antepasados viven también en nosotros. «En el vientre paciente y fructífero de nuestra Madre, la Tierra, se esconden los embriones de plantas y hombres», Y la tierra es, además, legítima dadora de conocimiento, pues – como todos los demás elementos – «ha estado aquí mucho antes del aparecimiento del alma humana, y como es más vieja, posee una experiencia mucho mayor que la del hombre».el hombre posee en su cuerpo elemento tierra los minerales.
En segundo lugar está el Agua, que tiene el poder de unir, amalgamar y también el de disolver. Que enseña fluidez y también adaptabilidad, es decir, la capacidad plástica de tomar cualquier forma . El Agua que nos enseña a ser transparentes, que es símbolo de vida y generación, que limpia y purifica. Todavía hoy en día, muchas ceremonias indígenas en nuestro continente, empiezan con un lavatorio ritual, una bella tradición piel roja donde se puede apreciar la vital presencia de este elemento para estos pueblos:
«Todos los días, el indio piel roja descendía a las riberas del río que generalmente estaba muy cerca de su poblado o campamento. En él se purificaba bañándose, acto con que higienizaba tanto su cuerpo como su alma. Después, una vez cumplido este rito socio religioso, quedaba en paz, en silencio, apartado del bullicio de la tribu, en éxtasis y meditando. Normalmente acudía sólo al río. Y si le acompañaba alguno de su clan o de su propia familia, o su propia esposa, jamás debían llegar juntos a las aguas, porque cada alma debía permanecer sola en su comunión matinal con el sol y la tierra, perfumada y regenerada el alma por el gran silencio de la noche.» el cuerpo es un porcentaje alto de agua.
Está en tercer lugar el Aire, que es lo que expande, difunde y relaciona. Está presente en el aliento del hombre y del animal, ese aliento por el cual – relatan muchas de las tradiciones religiosas de la Tierra – el Creador infunde vida en sus criaturas. El Aire es, por tanto, señal inequívoca de la presencia de la vida en el hombre, y cuando la vida lo abandona, se extingue también la presencia del Aire, del aliento. Además, el Aire es el vehículo de la luz.
Y finalmente está el Fuego, lo que dinamiza, transforma y libera. «El fuego que está siempre relacionado con el concepto de purificación, energía primaria, vida, calor, civilización (en el sentido más amplio de Conocimiento Superior)».
El Fuego que es el Sol mismo y que preside desde el centro muchos de los círculos ceremoniales y rituales nocturnos de nuestros pueblos. El Fuego que, «tiene el poder de reunir una familia, porque tú enciendes un fuego , y enseguida el fuego convoca a tus amigos». el ser humano elemento fuego, la sangre que circula por la venas, los intestinos, la evacuación.
Facilitadora: Norita Tolaba
Un encuentro mensual, con teoría y práctica
Duración: 6 horas